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miércoles, 1 de mayo de 2019

¿Qué es La Adolescencia?


La adolescencia es un periodo de desarrollo biológicopsicológicosexual y social inmediatamente posterior a la niñez y que comienza con la pubertad. Es un periodo vital entre la pubertad y la edad adulta, su rango de duración varía según las diferentes fuentes y opiniones médicas, científicas y psicológicas, generalmente se enmarca su inicio entre los 11 y 13 años, y su finalización a los 19 o 21.

Anteriormente, la Organización Mundial de la Salud consideraba la adolescencia como el período comprendido entre los 10 y 19 años, comprendida dentro del período de la juventud entre los 10 y los 24 años.​ La pubertad o adolescencia inicial es la primera fase, comienza normalmente a los 10 años en las niñas y a los 11 en los niños y llega hasta los 14-15 años. La adolescencia media y tardía se extiende, hasta los 19 años. A la adolescencia le sigue la juventud plena, desde los 20 hasta los 24 años de edad.

Algunos psicólogos consideran que la adolescencia abarca hasta los 21 años de edad​ e incluso algunos autores han extendido en estudios recientes la adolescencia a los 25 años.

Maduración Sexual


En la adolescencia temprana y para ambos sexos, no se manifiestan grandes desarrollos de los caracteres sexuales secundarios, pero suceden cambios hormonales a nivel de la hipófisis, como el aumento en la concentración de gonadotropinas (hormona folículoestimulante) y de esteroides sexuales. Seguidamente aparecen cambios físicos, sobre todo cambios observados en la glándula mamaria de las niñas, los cambios genitales de los varones y el vello pubiano en ambos sexos.

Mujeres

El primer cambio identificable en la mayoría de las mujeres es la aparición del botón mamario. La adolescencia en las mujeres comienza a los 10 o 12 años. Además, comienza su primera menstruación.
Se caracteriza por un agrandamiento en el tejido glandular por debajo de la areola, consecuencia de la acción de los estrógenos producidos por el ovario. La edad de aparición es después de los 8 años; puede ser unilateral y permanecer así por un tiempo, y casi siempre es doloroso al simple roce. Al avanzar la adolescencia, el desarrollo mamario, además de ser cuantitativo, es cualitativo: la areola se hace más oscura y más grande, y sobresale del tejido circundante, aumenta el tejido glandular, se adquiere la forma definitiva, generalmente cónica, y se desarrollan los canalículos. Puede haber crecimiento asimétrico de las mamas.
El vello púbico, bajo la acción de los andrógenos adrenales y ováricos, es fino, escaso y aparece inicialmente a lo largo de los labios mayores, y luego se va expandiendo. El vello púbico en algunos casos coincide con el desarrollo mamario y en otros puede ser el primer indicio puberal. Suele comenzar a notarse a los 9 o 10 años de edad. Al pasar los años, el vello pubiano se hace más grueso y menos lacio, denso, rizado y cubre la superficie externa de los labios, y se extiende hasta el monte de Venus, y alcanza la forma triangular característica adulta después de 3 a 5 años (aproximadamente entre los 15 y 16 años de edad). El vello axilar y el vello corporal aparecen más tarde.
Los genitales y las gónadas cambian de aspecto y configuración. Los labios mayores aumentan de vascularización y aumenta la cantidad de folículos pilosos, hay estrogenización inicial de la mucosa vaginal, los ovarios y el cuerpo del útero aumentan en tamaño. Las trompas de Falopio aumentan después de tamaño, y aumenta el número de pliegues en su mucosa. Los labios menores se desarrollan, los labios mayores se vuelven luego delgados y se pigmentan y crecen, para cubrir el introito. La vagina alcanza una profundidad de 8 cm y, luego, de 10–11 cm. Por efectos estrogénicos, la mucosa se torna más gruesa, las células aumentan su contenido de glucógeno y el PH vaginal pasa de neutro a ácido un año antes de la primera menstruación (conocida con el nombre de menarquia o menarca).
Se desarrollan las glándulas de Bartolino, aumentan las secreciones vaginales, la flora microbiana cambia (aparece el bacilo de Doderlein), la vulva sufre modificaciones en su espesor y coloración. Por último, en las mujeres que nacen con himen, éste se engrosa y su diámetro alcanza 1 cm.
La menarquia o menarca, que es la primera menstruación, aparece precedida por un flujo claro, inodoro, transparente y bacteriológicamente puro que, visto al microscopio, tiene aspecto de hojas de helecho. La menarquia tiende a presentarse a los 11 o 12 años. Se denomina pubertad precoz cuando aparece de manera anormalmente temprana (8-10 años).

Hombres

Los testículos prepuberianos tienen un diámetro aproximado de 2,5 a 3 cm, el cual aumenta por la proliferación de los túbulos seminíferos. El agrandamiento del epidídimo, las vesículas seminales y la próstata coinciden con el crecimiento testicular, pero no es apreciable externamente. En el escroto se observa un aumento en la vascularización, adelgazamiento de la piel y desarrollo de los folículos pilosos.
La espermatogénesis es decir, la producción de espermatozoides se detecta histológicamente entre los 11 y 16 años de edad, y la edad para la primera eyaculación o espermarquia es entre los 12 y los 16 años. El pene comienza a crecer en longitud y también a ensancharse aproximadamente un año después de que los testículos aumentan de tamaño. Las erecciones son más frecuentes y aparecen las emisiones nocturnas.
El vello sexual aparece y se propaga hasta el pubis, donde se aprecia más grueso y rizado. Puede comenzar a aparecer el vello axilar y, en ocasiones, en el labio superior (bigote). El vello en los brazos y en las piernas se torna más grueso y abundante entre los 13 y 14 años. Aumenta la actividad apocrina es decir, de la secreción de las glándulas suprarrenales con la aparición de humedad y olores axilares.




La madurez sexual es la edad o el momento en el cual un organismo obtiene la capacidad para llevar a cabo la reproducción. Es a veces considerado sinónimo de la adultez a pesar de ser dos conceptos distintos. En los humanos, el proceso de maduración sexual es llamado pubertad.
La mayoría de los organismos multicelulares son incapaces de reproducirse sexualmente luego del nacimiento (o la germinación), y, dependiendo de la especie, puede tomar cuestión de días, semanas o años hasta que su organismo esté apto para tal fin. Adicionalmente, ciertos casos pueden provocar que el organismo se vuelva sexualmente maduro. Esos casos pueden ser externos, como la sequía, o internos, como el porcentaje de grasa corporal (estos casos internos no deben ser confundidos con la influencia de hormonas las cuales pueden producir el desarrollo de la madurez sexual directamente.)
La madurez sexual es llevada a cabo como consecuencia de la maduración de los órganos reproductivos y la producción de gametos. Puede ser acompañada también por un crecimiento repentino o proporcionalmente más rápido, o por otros cambios físicos que distinguen un organismo inmaduro de su forma adulta. Estos cambios se denominan características o caracteres sexuales secundarios, y habitualmente representan un incremento en los dimorfismos sexuales. Por ejemplo, antes de la pubertad, todos los niños de la especie humana tienen pechos planos, pero luego los individuos femeninos desarrollan senos mientras que los masculinos no; siendo ejemplo efectivo de un dimorfismo sexual, donde el individuo masculino difiere de alguna manera del femenino más allá de la mera producción de células sexuales masculinas o femeninas respectivamente. Sin embargo, existen excepciones en este caso de dimorfismo en los cuales un hombre puede desarrollar senos a causa de la obesidad o por desbalances hormonales como la ginecomastia.
Luego de llegar a la madurez sexual, es posible que ciertos organismos se vuelvan infértiles o incluso cambien de sexo. Algunos organismos son hermafroditas, cuya denominación para un individuo humano es intersexual, y pueden o no producir descendencia viable. También, mientras que en muchos organismos la madurez sexual está vinculada a la edad, muchos otros factores están involucrados y es posible para algunos desarrollar la mayoría o todas las características de la forma adulta sin ser de hecho sexualmente maduros. En la situación contraria, es posible incluso para los organismos en su forma inmadura reproducirse.

























Etapas de la adolescencia 



La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una de cada cinco personas en el mundo es adolescente, 85% de ellos viven en países pobres o de ingresos medios, y alrededor de 1,7 millones de ellos mueren cada año.La OMS define la adolescencia como la etapa comprendida entre los 10 u 11 años hasta los 19 años, y considera dos fases: la adolescencia temprana, de los 11 o 12 hasta los 16 años, y la adolescencia tardía, de los 17 a los 19 años.​ Sin embargo, la condición de juventud no es uniforme y varía según el grupo social que se considere apto.

Desarrollo físico

La pubertad se define como los cambios biológicos de la adolescencia. Aproximadamente en la adolescencia media, si no antes, se completa la mayor parte del crecimiento fisiológico de los jóvenes; ya tienen o casi alcanzaron su estatura y peso de adultos y ahora cuentan con la capacidad física de tener bebés.

Desarrollo intelectual

La mayoría de los niños y niñas entran a la adolescencia todavía percibiendo el mundo a su alrededor en términos concretos: Las cosas son correctas o no, maravillosas o terribles. Raras veces ven más allá del presente, lo que explica la incapacidad de los adolescentes jóvenes de considerar las consecuencias que sus acciones tendrán a largo plazo.
Al final de la adolescencia, muchos jóvenes han llegado a apreciar las sutilezas de las situaciones e ideas y a proyectarse hacia el futuro. Su capacidad de resolver problemas complejos y sentir lo que los demás piensan se ha agudizado considerablemente. Pero debido a que todavía no tienen experiencia en la vida, hasta los adolescentes mayores aplican estas destrezas que recién encontraron de manera errática y por lo tanto, pueden actuar sin pensar.

Desarrollo emocional

Si se puede decir que los adolescentes tienen un motivo para existir (además de dormir los fines de semana y limpiar el refrigerador), sería afirmar su independencia. Esto les exige distanciarse de mamá y papá. La marcha hacia la autonomía puede tomar muchas formas: menos afecto expresivo, más tiempo con los amigos, comportamiento polémico, desafiar los límites; la lista puede continuar. Pero aún los adolescentes frecuentemente se sienten confundidos sobre abandonar la seguridad y protección del hogar. Pueden estar indecisos anhelando su atención, solo para regresar al mismo punto.

Desarrollo social

Hasta ahora, la vida de un niño se ha desarrollado principalmente dentro de la familia. La adolescencia tiene el efecto de una roca que cae al agua, ya que su círculo social repercute hacia afuera para incluir amistades con los miembros del mismo sexo, del sexo opuesto, diferentes grupos sociales y étnicos y otros adultos, como un maestro o entrenador favorito. Finalmente, los adolescentes desarrollan la capacidad de enamorarse y formar relaciones amorosas.
No todos los adolescentes entran y salen de la adolescencia a la misma edad o muestran estas mismas conductas. Lo que es más, durante gran parte de su adolescencia, un joven puede ir más allá en algunas áreas del desarrollo que en otras. Por ejemplo, una chica de quince años de edad puede parecer físicamente un adulto joven, pero todavía puede actuar mucho como una niña ya que es hasta el final de la adolescencia que el desarrollo intelectual, emocional y social empieza a alcanzar al desarrollo físico.

jueves, 25 de abril de 2019

NUESTRA PRINCIPAL HERRAMIENTA: LA COMUNICACIÓN
Muchas veces la causa de los conflictos familiares se encuentra en una comunicación deficiente. Los niños no nacen sabiendo cómo expresar sus pensamientos y sentimientos de forma apropiada. Hay que enseñarles a expresarse y a escuchar a los demás. A menudo, también los padres necesitan mejorar sus habilidades comunicativas.
Es obvio que la manera de comunicarse define las relaciones entre las personas. La comunicación es el hilo emotivo que nos une con los demás. Por eso, hablaremos hoy de las características de una comunicación adecuada entre padres e hijos adolescentes.
¿CÓMO NOS COMUNICAMOS?
La comunicación consta tanto de mensajes verbales como no verbales:
  • Los mensajes verbales: las palabras, lo que queremos decir, lo objetivo.
  • La comunicación no verbal: los gestos, el lenguaje corporal, cómo lo decimos. Transmite sentimientos y emociones, lo subjetivo. Su variedad es muy amplia y diversa:
–          la expresión facial
–          la mirada (directa, esquiva,…)
–          la postura corporal (la manera de sentarse, de permanecer de pie o de caminar)
–          los gestos de las manos
–          la proximidad o la distancia que se mantenga respecto de la persona con que se está hablando, la utilización del espacio personal, el contacto físico…
–          la orientación del cuerpo respecto del interlocutor (de frente, ladeado, de espaldas)
–          el tono de voz (tranquilo, agresivo, etc)
–          el ritmo, la velocidad del habla, las pausas
–          el mismo silencio…
El comportamiento no verbal resulta imposible de ocultar, no se puede evitar enviar mensajes a través de la cara o el cuerpo. Es imposible no comunicarse, especialmente en educación. Siempre comunicamos más de lo que pretendemos. “El cuerpo dice a menudo lo que las palabras no quieren o pueden decir”.
Pero la comunicación verbal y la no verbal no siempre van unidas. A veces decimos una cosa con palabras y, al mismo tiempo, otra distinta con gestos. Por ejemplo, el niño me quiere contar algo y le digo “te escucho”, dándole la espalda, continuando con lo que estoy haciendo y sin mirarle ala cara. O cuando estoy riñendo al niño porque está hablando mal de su hermano, pero sonrío ligeramente porque lo que ha dicho me ha parecido gracioso. O cuando le digo que no se preocupe con la voz rota por la emoción.
Este “doble mensaje” puede entorpecer mucho la comunicación, ya que crea en el otro perplejidad e incomprensión. Muchos estudios indican un mayor número de problemas en la comunicación y la dinámica familiar cuando existen discordancias entre los mensajes verbales y los no verbales, ya que puede dar lugar a ambigüedades y malentendidos.
Por eso es fundamental INTERPRETAR TODO EL MENSAJE, el verbal y el corporal:
  • Los mensajes se reciben por las dos vías del lenguaje: las palabras y el lenguaje del cuerpo. El 90% de la comunicación emocional es no verbal.
  • Debemos estar atentos al lenguaje corporal: las palabras hablan de hechos; los músculos, el tono de voz, mi cuerpo,…de sentimientos, de lo que sentimos acerca de esos hechos objetivos.
  • Cuando exista inconsistencia entre ambos tipos de mensaje, el mensaje que más impacta, el que se nos quedará grabado será el no verbal. “Más vale un gesto que mil palabras”.
  • Sólo nos comunicamos bien cuando el mensaje verbal coincide con el no verbal, cuando transmitimos lo mismo con lo que se dice y con lo que se hace.
ESTILOS DE COMUNICACIÓN
Todos nos comunicamos de una determinada manera, tenemos nuestra forma particular de comunicar.
Hay tres formas básicas de comunicación:
  1. Comunicación inhibida o pasiva
  2. Comunicación agresiva
  3. Comunicación asertiva
Comunicación inhibida o pasiva:
  • Son personas retraídas, tímidas, con baja autoestima, poco comunicativas.
  • No dicen nada cuando algo les molesta, evitan dar su opinión por miedo a lo que pueda pasar.
  • Cuando dicen algo, lo hacen de manera indirecta, mediante un rodeo inseguro, por miedo a molestar a los demás o a sentirse ridículos.
  • No defienden sus derechos, dejan que se aprovechen de ellos, ceden a los deseos de los demás y se dejan manipular.
  • Se sienten frustrados e insatisfechos consigo mismos. Sienten que no tienen el control, pierden oportunidades por no decir lo que quieren, nunca consiguen hacer lo que realmente quieren, dejan a los demás elegir por ellos.
  • Conducta no verbal: Cara poco expresiva. Parece triste o asustado. Poco contacto ocular o mirada esquiva. Postura cerrada o hundida (hombros encogidos, cabeza hacia abajo). Movimientos rígidos e inquietos, se retuerce las manos. Voz baja, con constantes silencios. Tendencia a alejarse del interlocutor.
  • Conducta verbal: Tono vacilante (quizás…, supongo…, bueno, tal vez,…no te molestes…, no, si en realidad no es importante…tienes razón…), volumen de voz baja, habla poco fluida, constantes silencios, parásitos verbales (ejem…, eh…esto…).
Comunicación agresiva:
  • Son demasiado espontáneos, hablan sin pensar y pueden resultar bruscos o agresivos.
  • Son personas con un enfado casi constante, están a la defensiva.
  • Se relacionan con los demás para conseguir lo que desean, no se preocupan por los derechos ajenos.
  • Mandan e intimidan a los demás. Critican, humillan, utilizan el sarcasmo o el insulto.
  • Siempre quieren tener la razón y siempre quieren tomar ellos las decisiones.
  • Conducta no verbal: Expresión enfadada, ceño fruncido, mirada fija y desafiante, muy erguido, hombros y cabeza hacia atrás, tensión corporal, movimientos y gestos exagerados o amenazantes, invade nuestro espacio.
  • Conducta verbal: Volumen de voz elevado, habla deprisa, sin escuchar, interrumpe a los demás, impone y amenaza (yo quiero…, tienes que…, harías mejor en…ten cuidado si no lo haces…no tolero que…).
Comunicación asertiva:
  • Se comunica bien con los demás, sabe expresar de forma directa y adecuada sus sentimientos, sus deseos y sus opiniones, sin imponer, ofender o perjudicar a la otra persona.
  • Es considerado, respeta los derechos del otro y tiene en cuenta su forma de sentir y de pensar.
  • Es socialmente alegre, expresivo, cooperativo y participativo.
  • Está seguro de sí mismo.
  • Conducta no verbal: Expresión tranquila y amable, postura abierta y relajada, orientado hacia el otro, asiente e indica interés por lo que le contamos, contacto ocular directo, habla fluida, gestos tranquilos y pausados.
  • Conducta verbal: Voz firme, segura, sin titubeos, mensajes en 1ª persona (yo opino…, yo pienso…, yo siento…), respeta la opinión de los demás (¿qué piensas de…?,¿qué te parece si…?). Nos está diciendo “somos iguales, pero esto es lo que yo pienso, respeto tu opinión, pero yo veo así la situación,…”.
Los padres deberán practicar su asertividad y enseñar al adolescente a desarrollar y practicar la suya, ya que la asertividad conlleva beneficios en la comunicación familiar:
  • Nos ayuda a prevenir conflictos en la convivencia diaria, ya que potencia la autoestima, la seguridad y confianza en nosotros mismos, procurándonos un buen funcionamiento en relación con los demás.
  • Previene la agresividad y el autoritarismo como único modelo de resolución de conflictos, desarrolla el respeto y la capacidad personal para enfrentarse a los momentos difíciles en nuestra relación con los demás.
  • Nos ayuda a enfrentarnos a situaciones conflictivas o problemáticas como expresar disconformidad con el hijo, hacerle una crítica para corregir una conducta inadecuada o decirle que no a algo.
HABILIDADES DE COMUNICACIÓN POSITIVA: MANUAL DEL ABRIDOR DE OSTRAS
Existe una serie de conductas verbales y no verbales que resultan facilitadoras de la comunicación y otras que funcionan como obstáculos en la misma, que harán que la persona se cierre a lo que le estamos diciendo o, incluso, que se desencadene una discusión.
“Cierraostras”: obstáculos en la comunicación
  1. Objetivos contradictorios.
  2. El lugar elegido: en público, delante de los amigos,…
  3. El momento elegido: intentar hablar con el adolescente en un momento de rabia, estrés,…en un estado emocional que le impide atender, comprender y recordar lo que le estamos diciendo.
  4. Las acusaciones, las amenazas y las exigencias: los “mensajes tú” (tú has provocado esto, (tú) te vas a enterar de lo que es bueno, (tú) tienes que hacer esto,…).
  5. Las preguntas de reproche.
  6. La ironía.
  7. Los “deberías” (deberías aprender de tu hermano, deberías escuchar antes de hablar,…).
  8. Las etiquetas (eres un vago, eres un manazas,…).
  9. Las generalizaciones (siempre estás haciendo de rabiar a tu hermano, nunca obedeces, no se puede hablar contigo,…).
  10. Las continuas referencias a situaciones pasadas (ya estás igual que hace un mes…, la otra vez hiciste lo mismo…).
  11. Juzgar y hacer “diagnósticos de personalidad” (por culpa de ese carácter que tienes te pasa esto, con esa actitud no tendrás amigos, así no llegarás a ninguna parte…).
  12. Dar consejos no pedidos, tomar sus decisiones.
  13. Adivinar lo que el otro va a decir: “Ya sé lo que me vas a decir, no te molestes,…”.
  14. Hablar “en chino”, con términos que la otra persona no entiende.
  15. No concretar, hablar de manera abstracta, general o superficial.
  16. Justificar excesivamente las propias posiciones (“no estás siendo justo, no me estás escuchando, yo hice eso porque…”).
  17. Las afirmaciones radicales, del tipo todo o nada, blanco o negro.
  18. Responder a una queja con otra, sin intentar solucionar la situación.
  19. Los mensajes inconsistentes con la conducta no verbal o con otro mensaje anterior.
  20. No admitir el punto de vista de la otra persona o no reconocer cuando lleva razón.
  21. No responder a todo lo que se nos pregunta o hacerlo con monosílabos.
  22. Los cortes de conversación, porque estoy más atento a lo que quiero decir que a escuchar al otro.
  23. Evitar determinados temas de conversación, desviar el tema.
  24. Permanecer pasivo en la conversación, sin opinar, preguntar o asentir.
  25. Ignorar lo que dice la otra persona, mostrar desinterés, NO ESCUCHAR.
Abreostras”: facilitadores de la comunicación
  1. El lugar y el momento adecuados. Clima seguro y relajado para que las dos partes se expresen.
  2. Estados emocionales facilitadores (las dos personas se encuentran calmadas para hablar).
  3. La escucha activa, escuchar con atención.
  4. Empatizar, ponernos en su lugar.
  5. Hacer preguntas abiertas: “¿qué tal te va?”, “¿cómo te sientes?”, “¿necesitas ayuda?”, “¿cómo puedo ayudarte?”, “¿quieres contarme algo…?”.
  6. Pedir la opinión (“¿Qué se te ocurre que podemos hacer?”, “me gustaría conocer tu opinión sobre esto”, “qué te parece si…”,…).
  7. Expresión de deseos, opiniones y sentimientos: los “mensajes yo” (“me gustaría…”, “no deseo que…”, “cuando haces eso me siento…”).
  8. Hablar claro. Describir los hechos concretos, evitando etiquetar y hacer juicios de intenciones. En lugar de “eres un vago”, “te levantas desde hace ya varias semanas a la hora de comer”. Diremos “me has dicho 10 veces que soy una mala madre” en lugar de “quieres acabar conmigo”.
  9. Sustituir el verbo ser por estar. Ej: en lugar de “eres un desordenado”, “tu habitación está desordenada”. De esta forma no atacamos la autoestima del niño, sino que le señalamos la conducta incorrecta.
  10. Mensajes consistentes.
  11. Aceptación o acuerdo parcial con una crítica, una objeción o un argumento.
  12. Utilizar el mismo código, adaptar mi lenguaje al del adolescente.
  13. Ser recompensante.
  14. Recordar RECIBIRLA TOTALIDAD DELMENSAJE.Aprender no sólo a percibir auditivamente, no sólo lo que dice, sino también cómo lo dice. Demostrar que entendemos no sólo lo que dice sino también lo que siente.
Veamos más detenidamente algunos de estos “abreostras”.
LA ESCUCHA ACTIVA
¿En qué consiste?
  • Dar a entender, con nuestro lenguaje verbal y no verbal, que estamos escuchando lo que nos dicen, haciendo sentirse mejor a la otra persona y fomentando que siga hablando. Le hará sentirse no sólo escuchado sino comprendido.
¿Cómo se pone en práctica?
Con gestos:
  • Postura corporal receptiva.
  • Mirando a los ojos.
  • Moviendo la cabeza con gestos de asentimiento.
  • Usando un tono y un volumen de voz suaves.
  • Dedicándole tiempo, sin prisa.
Con palabras:
  • Indicando que se está atendiendo a lo que dice la otra persona: “ya veo”, “ajá”, “entiendo”, “¡qué interesante!”, “¿en serio? ¿eso te pasó?”, “cuéntame más”, “¡no me digas!”…).
  • Parafraseando o utilizando expresiones de resumen: “Si no he entendido mal…”, “o sea, que lo que me estás diciendo es que…”.
Evitando:
  • Interrumpir al que habla.
  • Hacer otra actividad mientras el otro habla.
  • Minimizar sus sentimientos o sus problemas: “Venga, que esto no es nada…”. Una respuesta común es “ojalá mis problemas fueran así de pequeños“. Pero los padres deben saber que, para cada edad, los problemas tiene una significación distinta. Los problemas de nuestros hijos adolescentes son realmente muy importantes para ellos.
  • Ofrecer ayudas o soluciones prematuras.
  • Juzgar.
  • Contar nuestra historia.
“Escuchen más a sus hijos, hablen menos”.
ESCUCHAR LOS SENTIMIENTOS: LA EMPATÍA
¿En qué consiste?
  • Escuchar activamente los sentimientos y emociones de los demás tratando de meternos en su pellejo.
  • Empatizar no significa necesariamente dar la razón, sino más bien demostrar a la otra persona que comprendes sus sentimientos.
¿Cómo se pone en práctica?
  • Observando y escuchando lo que dice con el cuerpo, la cara, los gestos…
  • Con gestos: Manteniendo contacto visual y adoptando una expresión facial apropiada a los sentimientos que transmite el que habla.
  • Con palabras: “Entiendo que tendrás tus razones para sentirte así”, “parece que eso es muy importante para ti”, “comprendo que te haya afectado”, “yo en tu lugar me hubiera sentido igual”,”ya sé que no te gusta lo que hemos decidido tu padre y yo”…
“Quien no comprende una mirada de un niño, tampoco entenderá lo que le está contando”.
LOS “MENSAJES YO”
¿En qué consiste?
  • Son mensajes que, como su nombre indica, se envían en 1ª persona, se refieren a uno mismo.
  • Consiste en centrarse en nuestros sentimientos a la hora de hablar de un problema, sin juzgar al otro.
  • Al contrario que el “mensaje tú”, no recrimina o reprocha la conducta de los demás.
¿Cuándo ponerlo en práctica?
  • Nos facilitan la expresión de diferencias y desacuerdos. Es decir, nos van a ser útiles a la hora de resolver discusiones y conflictos familiares, ya que tienen menos posibilidades de provocar resistencia y rebeldía.
¿Cómo se pone en práctica?
  • Describir la situación o el comportamiento que me molesta o me crea problemas, sin juzgar al otro: “Cuando ayer hiciste…”, “Estando…”.
  • Expresar sentimientos: “Me siento…”.
  • Pedir un cambio, expresar deseos: “Quiero que...”.
Recordar no hacerlo de forma general: “quiero que seas más educado”, “quiero que me respetes” “quiero que no seas vago”; en lugar de eso, diremos “quiero que quites los pies de mi mesa”, “quiero que cuando hablo me mires a los ojos y contestes a lo que te pregunto”, “quiero que estudies tres horas diarias”.
Ejemplo 1:
  • Inadecuado: “Pero bueno, ¿tú eres tonto o qué?, ¿qué quieres, que te castigue todo el mes o qué?, ¡haz el puñetero favor de hacer lo que te he dicho y venir en el autobús de las 9! ¡Hombre, por favor, el crío, que se ha creído! ¡Y no le pidas a tu padre venir más tarde porque ya lo hemos hablado! A ver si te crees que nos vas a tomar tú el pelo…”.
  • Adecuado: “Cuando me pides volver a las 10, y tú padre y yo ya te habíamos dicho que volvieras a las 9 (descripción sin evaluación), me disgusta, me sienta mal que vuelvas a insistir(expresión de sentimientos). Por favor, vuelve a la hora que te hemos dicho (expresión de deseos)”.
Si nos parece adecuado, podemos también anticipar ventajas de lo que pedimos (así mañana podemos levantarnos pronto e ir al pueblo…mañana tenemos mucho que hacer y tú tienes que estudiar…) o adelantar inconvenientes de no cumplir lo mandado (si vienes tarde, tu padre y yo te castigaremos sin salir el domingo…te dejaremos sin paga…).
Ejemplo 2:
  • Inadecuado: “No se qué pasa contigo, estamos a jueves y tú con el cuarto sin recoger, pasando de todo, ¿es que no te da la gana de hacerlo o qué? ¡Tenías que haberlo recogido ayer! ¿No ves que no se puede ir así por la vida?”.
  • Adecuado: “Cuando me dices que vas a recoger tu cuarto el miércoles y llega el jueves y no lo has hecho…yo, de verdad, me siento incómodo por tener que recordártelo…me molesta que no hayas cumplido tu obligación…por favor, cumple lo pactado y recoge hoy tu habitación”.
SER POSITIVO Y RECOMPENSANTE
¿En qué consiste?
  • Es la habilidad de motivar.
  • Es expresar reconocimiento, reforzar verbalmente, destacar conductas que nos agradan en el otro, lo que hará más probable que se repitan en el futuro.
¿Cómo se pone en práctica?
  • Utilizando expresiones positivas“me gusta cómo has…”, “te felicito por…”, “¡jo, que bien…!”, “yo sabía que serías capaz de…”, “estoy muy orgulloso de ti por…”.
  • Debe ser oportuno para no caer en el halago fácil o el “colegueo”, utilizándolo en el momento apropiado.
  • Conviene no exagerar, tiene que ser sincero.

¿Qué es La Adole scencia? La  adolescencia  es un periodo de desarrollo  biológico ,  psicológico ,  sexual  y  social  inmediatamente ...